
Allí encontramos la evidencia de que un ser nos perseguía, era grande, malo, y parecía dispuesto a comerse todos nuestros bocadillos..!(y no era juanki)

total, que cogimos el autobús, y tras un tortuoso viaje entre espeluznantes seres mágicorreligiosos, llegamos a un hermoso lugar...

Y atravesamos muy diversos y misteriosos pasajes llenos de lemmings...

Encontrándonos con todo tipo de criaturillas silvestres... (No te muevas, joía...!)

Sin embargo, los cuatro seguíamos sintiendo la presencia de la bestia infrenal que nos acechaba...

Y los Lemmings seguían dando la vara por ahí por los bosquecillos, correteando y viendo cómo se apareaban las cabras montesas...

y ya no me deja poner más fotos, habrá secuela... seguro... en fin, un brezo... jeje