a soundtrack for daydreams

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Cuando en 2007, el genio musical que es Trent Reznor publicó su séptimo album de estudio, Ghosts I-IV, declaró:
''Cuando empezamos a trabajar en la música, empezabamos con una referencia visual que imaginábamos; un sitio, un escenario o una situación. Y entonces intentabamos describirllo con sonido, textura y melodía, y tratarlo, en cierto sentido, como una banda sonora.
Es el resultado de trabajar desde una perspectiva visual, llenando lugares imaginarios con un sonido, una banda sonora para el soñar despierto.''



El experimento funcionó, y un grupo de metal industrial volvió a sorprendernos con un disco de significado profundo y solemne, como ya hiciera con el Still en 2002. Un trabajo que derrocha originalidad y creatividad. A lo largo de los 38 cortes, el disco presenta un elenco de temas adornados con sonidos intrigantemente distorsionados, creando un amplio abanico tanto de melodías de ensueño como llenas de rabia.

Como complemento al concepto, el disco venía acompañado de una colección de fotografías (para las descargas del disco, venía en pdf) una representando cada canción.

En marzo de 2008, Trent decidió ponerle la guinda al experimento con una fase de interacción 'músico-oyente', convocando un festival de cortos en los que los fans grabarían imágenes que la música del disco les hubieran sugerido. No había ganadores ni perdedores ni premios, simplemente el afán de crear.
Entre los cortos grabados hay auténticas barbaridades, pero yo me quedo con el que grabaron para mi canción favorita del disco:

2 Transmisiones recibidas:

versicida Transmitió
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ℝFD GAZ Transmitió

pa ké... XD