"A ver, tú cambia las equis por tetas!"
Sí, es la leche, fue un lapsus a la hora de explicar la ecuación del oscilador armónico, pero en fin, tuvo gracia entonces... uno no puede evitarlo, situaciones como estas a miles. Las ambigüedades del lenguaje acabarán conmigo juas juas juas.
Y al final terminaremos descubriendo túneles radiactivos repletos de ratas mutantes del tamaño de hormigoneras... en fin.
Cuando uno tiene en qué pensar, pero pensar en ello le lleva a una espiral de desatinos y no ve forma de salir, se dedica a escribir cosas, aunque carezcan totalmente de sentido, es una forma muy efectiva de evasion, nada más. Uno pretende no dejarse los sesos rayándose por cosas que pasan y que al fin y al cabo carecerán de la importancia que tanto se les da a priori... Si al menos estos procesos condujeran a una hipótesis constructiva que determinaran a mi activo cerebelo a tomar decisiones tajantes, estaría más que satisfecho, pero las dudas engendran dudas desde que el mundo es mundo. Y el hecho de comerse el coco a uno mismo no soluciona nada en absoluto en cuanto a lo que se refiere a la libre elección que todos tenemos...
En fín, creo que me voy a leer un libro, a ver si se me pasa, porque, como bien dice mi querido amigo groucho Marx:
"Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer."
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1 Transmisión recibida:
"cuanto más te lamentes, más trágico será"
"cuanto más vueltas le des al coco más..."
un abrazo "bohr", está bien esta nueva perspectiva de tu blog (y rima)
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